El camino hacia la curación pasa por:
- Detectar el origen de la afección y determinar el contexto en que se sitúan las alteraciones causadas por la enfermedad (síntomas).
- Entender la dolencia y curarla con ayuda de tratamientos benignos, sin efectos secundarios no deseados ni desplazamiento de las molestias a otros ámbitos.
- Ayudar al organismo a proceder por sí mismo a su curación, y mantenerle en ese estado.
- Fomentar el estado de buena salud contribuyendo a que cuerpo, espíritu y alma recuperen el equilibrio, cuya pérdida se ha manifestado en la afección.
- Allanar el camino hacia el desarrollo y crecimiento de la personalidad y la conciencia.
La integración de métodos nuevos y antiguos, occidentales y orientales, permite, por encima de la suma de los diversos procedimientos, flanquear (re)constructivamente el proceso de la vida.